Lo primero que debes saber es que transformar nuestros actos cotidianos no es inmediato, requiere tiempo y paciencia. No tengas prisa. Piensa que lo más sostenible es utilizar lo que ya tienes. Esta breve guía empieza por esta premisa: no sustituyas un producto convencional por otro zero waste hasta que no termines el primero. Apura todos los productos convencionales de cosmética, limpieza del hogar, conservación de alimentos…. Ya tendremos tiempo de sustituirlos por nuevos productos zero waste.
Teniendo clara esta primera premisa, y siendo conscientes de que queremos hacer un cambio de estilo de vida, continuemos evitando los envases de un solo uso. Sobre todo de aquellos productos que consumes con mayor frecuencia: bolsas de la compra, bolsitas para colocar la verdura en el super, discos desmaquillantes, tampones o compresas, vasos del café caminero, botellas de agua…

Hacer la compra
El principal truco para evitar el desperdicio de alimentos, llevar una alimentación saludable y generar menos residuos, es la planificación, organizarse previamente antes de salir a comprar. Crea tu menú semanal. Busca un hueco en la semana y dedícalo a esto. Piensa que si lo organizas en un día, ya no tendrás que volver a ocupar tiempo el resto la semana en pensar las comidas o volver a ir a comprar. Por ejemplo, el domingo por la tarde, organiza el menú con lo que comprarás el lunes para toda la semana. Con esta planificación conseguirás:
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- Comer más saludable (evitarás las compras impulsivas y reducir los pedidos a domicilio).
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- Además con tu intención de reducir residuos, te inclinarás por productos frescos como frutas y verduras de temporada, evitando congelados y productos ultraprocesados que siempre encontramos envasados en plástico.
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- Reducir/eliminar el desperdicio de alimentos porque comprarás lo que vas a gastar.
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- Reducirás el coste medio de tu ticket.
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- Al ser una compra planificada, saldrás preparad@ con las bolsas resusables o botes que puedas necesitar.
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- Descanso mental el resto de la semana, no volverás a pensar qué hacer para comer o cenar.
Escoge hacer la compra en mercados municipales o pequeñas tiendas de barrio. Es más fácil encontrar alimentos no envasados y además, no solo el sabor y el olor son de verdad (tanto que te lo comerías en crudo sin nada más) piensa que consumes producto de proximidad y apoyas el negocia local.
Si escoges la opción de pequeñas verdulerías de barrio, normalmente no tienen alimentos secos a granel. En este caso, para hacer una compra cero residuo, te recomiendo dividir tu compra en 2:
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- 1. La compra semanal dedicada a alimentos frescos: verduras, frutas, carnes, pescados, proteínas vegetales y legumbres cocidas.
- 2. La compra quincenal o mensual de alimentos seco: cereales, legumbres, harinas, granos, especias, etc. Estos alimentos bien envasados duran mucho más que los frescos por lo que puedes comprar en mayor cantidades para tener siempre opciones en la despensa.
Indispensables antes de salir a comprar
COMPRA DE ALIMENTOS FRESCOS
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- Por supuesto, llevar contigo la lista de la compra.
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- Carrito o bolsas grandes para llevar la compra.
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- Bolsas de tela o totebags (todos tenemos varias en casa de promociones etc.) utilízalas una y otra vez! para guardar frutas o verduras de gran tamaño.
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- Bolsas malla de algodón para verduras y frutas a granel como ajos, judías, tomatitos, peras, ciruelas, etc.
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- Tuppers o envases para carnes/pescados o legumbres cocidas. En los mercados de siempre, encontrarás un puesto de legumbres ya cocidas, lleva contigo un bote para envasarlas. Esta es mi opción favorita para los garbanzos. Evitas estar varias horas al fuego cociendo.
COMPRA DE ALIMENTOS SECOS
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- La lista de compra.
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- Bolsitas de algodón para alimentos en grano. En las tiendas de alimentos a granel, te dan los productos en bolsitas de papel. Aunque es un residuo compostable, puedes evitar generarlo llevando tus propias bolsitas. También puedes llevar botes pero es un poco más incómodo cargar con ellos. Las bolsitas ni ocupan ni pesan!
¿Te animas? ya verás qué paz mental después de hacerlo.
